En otra ocasión hablé sobre la teoría de los seis grados, así que la voy a tomar como referencia para iniciar este post, debido a que Internet, como medio de masas, está siendo objeto de muchas teorías. Hasta hace unos días no había escuchado hablar de la teoría de la Larga Cola (Long Tail) y me ha sorprendido que los grandes sectores puedan quedar en un segundo plano, frente a los sectores más pequeños.
Esta teoría, de Chris Anderson, puede aplicarse a muchos ámbitos. En el económico, por ejemplo, la teoría de la Larga Cola plantea que la distribución del mercado está cambiando, es decir, si antes nos dejábamos llevar por los productos considerados como superventas, ahora el mercado se centra en la distribución de muchos productos que, aunque no son de éxito, con la suma de todas las pequeñas ventas, éstos igualan o superan a los más vendidos.
Esta teoría, de Chris Anderson, puede aplicarse a muchos ámbitos. En el económico, por ejemplo, la teoría de la Larga Cola plantea que la distribución del mercado está cambiando, es decir, si antes nos dejábamos llevar por los productos considerados como superventas, ahora el mercado se centra en la distribución de muchos productos que, aunque no son de éxito, con la suma de todas las pequeñas ventas, éstos igualan o superan a los más vendidos.
En el medio digital, concretamente con los blogs, sucede lo mismo. Los medios profesionales ocupan el puesto de los más visitados por la gente para obtener información. En Internet hay infinidad de blogs, y de temas variados, con lo que las visitas que se realicen a todos esos blogs, pueden resultar en conjunto iguales a las de los medios especializados.
Por último, decir que la Larga Cola, también se puede aplicar a las catástrofes naturales, uno de los ejemplos más sencillos para entender de qué trata es el de los terremotos. En el blog e-periodistas recurren a él, para explicar la teoría, destacando que muy pocos terremotos llegan a ser de gran intensidad, en cambio, "a un pico inicial muy agudo le sigue una larga cola de pequeños fenómenos de baja intensidad".
2 comentarios:
Me parece que esta teoría puede aplicarse a todo, al amor, a la vida... Gracias por ilustrarnos
Rodolfo, comparto su opinión.
He de reconocer que al principio me costó entender bien el planteamiento de la teoría, pero una vez "captada la idea", observé sus múltiples aplicaciones, aunque no me había planteado eso de aplicarla al amor... ¿cuál es su reflexión sobre este caso?
Gracias por visitar mi blog.
Un saludo
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